
Marketing
.png)
El verano es la temporada con más flujo en restaurantes. Descubre por qué el autoservicio marca la diferencia justo cuando más lo necesitas.
Vacaciones, turismo y más salidas a comer hacen del verano la temporada más exigente para los restaurantes. En este artículo te mostramos por qué el autoservicio no solo vale la pena, sino que puede marcar la diferencia entre crecer o colapsar.
El verano es, para muchos restaurantes, la época del año donde todo se intensifica. Más personas de vacaciones, más salidas espontáneas, más familias, más turistas. También más filas, más presión operativa y más errores cuando la operación no da abasto. No es casualidad: distintos estudios de estacionalidad muestran que durante los meses de calor los restaurantes experimentan picos de visitas y ventas, impulsados por el turismo y la mayor disposición de las personas a comer fuera de casa.
Ahora la pregunta clave no es si el verano trae más clientes. La pregunta real es: ¿tu restaurante está preparado para atenderlos bien?
Tal vez te suena familiar. Tus clientes hacen fila y algunos se van sin comprar. El equipo no alcanza a tomar pedidos con la velocidad que exige el flujo. Cada temporada alta implica contratar y capacitar personal nuevo. Los fines de semana se transforman en caos. Si dijiste “sí” a al menos una de estas situaciones, este blog es para ti.
Lo que está pasando no es un problema aislado de tu local. Es una tendencia de la industria. Consultores y estudios de comportamiento de consumo coinciden en que el verano concentra una mayor demanda en restaurantes, pero también exige una operación mucho más eficiente para no perder ventas por fricción. En ese contexto, el autoservicio deja de ser una mejora estética y se convierte en una herramienta estratégica.
%209.03.47%E2%80%AFp.%C2%A0m..png)
Durante temporada alta, el autoservicio permite absorber picos de demanda sin sumar complejidad. Reduce tiempos de espera, elimina errores en la toma de pedidos y libera al equipo para enfocarse en acompañar la experiencia. Menos fricción significa más pedidos completados y menos clientes que se van por la fila.
Además, el verano suele coincidir con un público más joven y más digital. En Chile y México, las nuevas generaciones están cada vez más acostumbradas a pedir sin intermediarios, elegir a su ritmo y pagar sin esperar. El autoservicio se alinea naturalmente con ese comportamiento, haciendo que la experiencia fluya mejor justo cuando el local está lleno.
Otro punto clave es el impacto en el ticket promedio. Cuando el cliente interactúa directamente con el menú, ve imágenes, recomendaciones y complementos, tiende a agregar más productos sin presión. Por eso, muchos restaurantes ven aumentos significativos en su ticket promedio durante temporada alta cuando incorporan autoservicio, sin necesidad de subir precios.
El caso de Blueberry Heladería es un buen ejemplo de esto. Antes de implementar autoservicio, su principal dolor era la lentitud en la atención en momentos de alta demanda. Hoy, más del 70 % de sus transacciones pasan por el tótem. Esto les permitió reducir tiempos de espera, mejorar la experiencia del cliente y aumentar sus ventas entre un 30 % y un 40 %. Lo más importante: el equipo dejó de correr detrás de los pedidos y pudo enfocarse en acompañar la experiencia de forma más tranquila.
El verano no perdona improvisaciones. Es una temporada corta, intensa y clave para el resultado del año. Cada cliente que se va por la fila es una venta perdida que no vuelve. Cada error en un pedido pesa más cuando el volumen es alto. Por eso, preparar la operación para verano no es solo una decisión táctica, es una decisión estratégica.
Desde Wibo creemos que el autoservicio alcanza su mayor impacto justamente en estos momentos. No para reemplazar personas, sino para liberar al equipo y permitir que el servicio se sienta bien incluso en los días más movidos. Un autoservicio que encanta porque ayuda a que todo funcione mejor cuando más se necesita.
¿Quieres saber cómo el autoservicio puede ayudarte a aprovechar mejor la temporada alta? Escríbenos y conversemos.